Del 02 al 08 de agosto de cada año, se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna. Son muchas las investigaciones científicas que
demuestran las ventajas y beneficios que recibe el bebé cuando es amamantado de
forma exclusiva hasta los seis primeros meses de vida, y luego acompañado de la
alimentación suplementaria hasta mínimo el segundo año de vida.
Los beneficios de la lactancia materna van desde lo físico hasta lo emocional, y
abarcan tanto al bebé en crecimiento como a la madre recién dada a luz que se
recupera de los meses de gestión más un parto o una cesárea.
Para iniciar esta fiesta por la lactancia materna dejaremos los primeros 10 tips saludables
- La leche materna es el mejor alimento que puede recibir un bebé. No existe ninguna fórmula láctea ni suplemento vitamínico que tenga la cantidad de nutrientes que puede aportar una madre sana a su bebé en crecimiento. Algunos de estos de estos nutrientes son únicos, no han sido reproducidos por la ciencia.
- La leche materna es una fuente inigualable de anticuerpos. El calostro –la primera sustancia que genera la mujer recién dada a luz- está diseñado para fortalecer el sistema inmune del recién nacido.
- Cuando un recién nacido está expuesto a un agente patógeno, lo transfiere a la madre durante la lactancia. La madre desarrollará anticuerpos contra ese germen en particular y los transferirá de nuevo al bebé en la siguiente alimentación. Esto acelera el proceso de recuperación ante cualquier enfermedad y fomenta la inmunidad del organismo del bebé, en caso de que de nuevo entre en contacto con ese patógeno.
- Una madre puede amamantar a más de un bebé. El cuerpo de la mujer está preparado para amamantar a gemelos o para amamantar a niños de diferentes edades, pues la leche materna se adapta a los requerimientos alimenticios de cada pequeño.
- Un bebé adoptado puede ser amamantado por su madre adoptiva. Una adecuada estimulación y suplementos hormonales puede lograr la maravilla de que el cuerpo de la mujer genere la leche que el bebé necesita.
- Las fórmulas lácteas tienen mucha más cantidades de azúcar y proteínas que la leche materna, lo que puede desencadenar problemas metabólicos en los niños más adelante, como diabetes u obesidad a corto y mediano plazo.
- La leche materna no presenta ninguno de los riesgos que tiene la preparación de las fórmulas lácteas, que por malos manejos está asociada a diarreas e infecciones gastrointestinales. Los azúcares de la leche materna alimentan la flora intestinal del bebé previene todo tipo de trastornos gastrointestinales.
- Amamantar también beneficia a la madre, que puede librarse más rápidamente del peso extra adquirido durante el embarazo, solo con amamantar a su bebé. También se libera oxitocina, la hormona del amor, que no sólo estimula la unión mamá-bebé, sino que además es el mejor antídoto contra la depresión posparto.
- La lactancia materna puede evitar que la diabetes gestacional que sufren algunas mujeres durante el embarazo se transforme posteriormente en diabetes tipo 2. También ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y cáncer de ovarios y de senos.
- La leche materna no sólo alimenta el sistema del bebé, sino que le brinda contención y afecto. Los bebés no sólo lloran porque tienen hambre, también lloran porque necesitan de la cercanía de su madre, y el pecho es el que les brinda el mayor consuelo.
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