Suelen decir que las crisis, de cualquier tipo, son grandes oportunidades. Pero CUIDADO éstas tienen la particularidad de envolvernos y hasta logran sacar lo mejor y peor de nosotros. AHORA, ¿cómo podemos manejar situaciones de crisis sin que se vean afectados, o por lo menos no tan afectados, nuestros hijos o los niños y jóvenes de la casa?
Mostramos algunos tips para el abordaje de la crisis. ¿Cómo sobrevivir a la crisis sin que ella nos sobrelleve?
- Mantén buenas relaciones con familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, tu entorno en general. Tu bienestar incluye el disfrute de los detalles de la vida cotidiana.
- Cuida, o mejor aún rescata, los espacios de intercambio con la familia y amistades. No dejes que las diferencias políticas los separen y lesionen el afecto. Compartan tiempo juntos.
- Alimenta tu paz interior. Si tienes alguna creencia religiosa o práctica espiritual participa del encuentro y la reflexión. Si no la tienes, dedica tiempo a buenas lecturas, películas u oír música.
- Ejercítate al aire libre o camina por parques o plazas, si es en compañía de tus hijos mucho mejor. Garantízales sano esparcimiento sin que la controversia los alcance.
- Evita el lenguaje y acciones violentas, y aún más frente a nuestros hijos, niños y adolescentes, que aprendan que expresar una opinión no significa dañar al otro.
- Respetemos la diversidad de opiniones y posiciones. Aceptemos y enseñemos a nuestros hijos que aunque seamos y pensemos distintos podemos convivir.
- Valora y promueve los aspectos positivos que nos caracterizan como país: solidaridad, generosidad, hospitalidad, simpatía, buen humor, creatividad.
- Para resolver una situación de crisis no hay soluciones mágicas ni inmediatas. Los avances se consiguen poco a poco, así que echa mano a tu mejor ánimo.
- Es buen momento para revisar fortalezas y debilidades. La situación de crisis externa habla de lo que tenemos adentro. Revisemos en qué podemos cambiar y mejorar personalmente.
- Querer estar informados no significa sobreexponerse a todos los medios y mensajes. Dosifica tu consumo de información. Desconéctate y comparte más con tus seres queridos.
Esperamos sean de utilidad estas pequeñas capsulas, y recuerda – como diría Mahatma Gandhi: “Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego”. Aportemos calma y compartamos esta información
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