Cuando hablamos de buen trato y respeto en las relaciones entre padres e hijos, nos asalta la gran duda: ¿cómo establecer los límites sin recurrir al castigo o al maltrato verbal o incluso físico? El asunto se comienza a complicar si fuimos criados y educados bajo la autoridad férrea de nuestros padres. No es tan fácil desaprender lo aprendido. Aparece entonces otro gran dilema: ¿Seguiremos el ejemplo de nuestros padres o queremos dar un giro a la forma de educar a los hijos? Cuando se habla de crianza respetuosa o de crianza con apego, no faltaran quienes hablen de un exceso de permisividad. No se trata de eso. Niños y adolescentes necesitan límites claros que garanticen su crecimiento feliz y su bienestar. Se le llama disciplina positiva. Es una forma de entender el comportamiento y encontrar la mejor forma de abordar ciertas conductas y actitudes, de manera de que podamos guiar a nuestros hijos en sus propios caminos de forma positiva y amorosa, firme pero respetuosa. ...
Blog dedicado a la promoción de una crianza respetuosa y con apego, para el amor y la felicidad, y sin violencia.